El concepto de atrofia vaginal (AV) ha sido modificado por la International Society for the Study of Womans Sexual Health (ISSWSH), y la North American Menopause Society (NAMS), por una nueva terminología: El síndrome genitourinario de la menopausia (SGM), término más preciso, amplio y mejor aceptado en el público general.

Es una enfermedad crónica, frecuente durante la menopausia y a menudo no diagnosticada que tiene un gran impacto en la salud sexual y la calidad de vida de las personas que la padecen.

Los estrógenos son necesarios para mantener la estructura y la función de la vagina. La disminución de los niveles de estrógenos se ha asociado a cambios en la fisiología de la vagina, que son la base de los síntomas que definen el SGM.

SÍNTOMAS:

Debido a los cambios fisiológicos por la disminución de estrógenos, como epitelio vaginal a vascular, seco, más queratinizado y sin rugosidades, se producen los siguientes síntomas en caso de SGM:

– Sequedad vaginal
– Prurito
– Disminución de la lubricación
– Molestias vaginales
– Quemazón
– Dolor
– Dispareunia (dolor en las relaciones sexuales)
– Sangrado
– Secresiones mal olientes
– Frecuencia urinaria
– Incontinencia urinaria

El diagnóstico del SGM se basa en:

– Historia clínica
– Presencia de síntomas genitourinarios
– Exploración física (disminución de los pliegues vaginales o adelgazamiento de la mucosa)

Si bien se trata de un diagnóstico sencillo, existen razones culturales que conllevan a la mujer a evitar hablar de su salud urogenital con su médico, favoreciendo el sufrimiento continuo y en silencio de estas molestias.

TRATAMIENTO:

Cuando la terapia hormonal sustitutiva (THS) se utiliza solo para el tratamiento de la atrofia vaginal, los E locales representan la alternativa de primera línea.

Otras modalidades terapéuticas paliativas de los síntomas, tales como hidratante y/o lubricantes en forma de crema o gel, se han propuesto con frecuencia y aunque mejoran los síntomas inicialmente, no presentan efectos terapéuticos a largo plazo ni mejoran los indicadores de maduración.

Un reciente modulador selectivo de los receptores de E, ospemifeno, ha sido aprobado como tratamiento de la dispareunia en mujeres postmenopáusicas con SGM, demostrándose efectivo y seguro con dosis diaria de 60 mg en más del 93% de los casos durante más de 1 año.

La mayor desventaja que presenta esta dosis, es la recurrencia de los síntomas una vez suspendido el tratamiento, resultando únicamente efectivo en las capas más superficiales del epitelio vaginal.

Estudios recientes han demostrado que el láser fraccionado es una opción terapéutica no hormonal efectiva, sencilla, bien tolerada y sin efectos adversos, para el tratamiento del Síndrome Genitourinario de la Menopausia.

La reacción térmica originada produce la restauración del epitelio vaginal, un proceso de neocolagénesis y una mayor vascularización que favorece la llegada de nutrientes, reestableciéndose la estructura de la mucosa, su grosor y trofismo funcional, mejorando por tanto la sintomatología.

No obstante, se precisan estudios a largo plazo, controlados, frente a estrógenos locales y otros tratamientos no hormonales para validar la duración de los efectos y la seguridad de las sucesivas aplicaciones.

TERAPIA DE HORMONAS BIOIDENTICAS. PELLETS, CREMAS Y ANTIOXIDANTES.

Agende una cita y conozca más sobre el tratamiento regenerativo
Dra. Rosangela Arellano
(662) 2125624

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

This field is required.

This field is required.